1. Neurociencia en la antigüedad:
Los inicios de la neurociencia se remontan a la prehistoria. Hace aproximadamente unos 10.000 años ya se realizaban perforaciones en el cráneo (trepanaciones). Estas perforaciones no tenían como objetivo matar al individuo sino todo lo contrario, se pretendía sanar al individuo de,por ejemplo, un fuerte dolor de cabeza. Se sabe que no eran letales porque los cráneos presentan cicatrización, lo cual indica que el individuo estaba, y siguió, vivo cuando se realizaron.
Los primeros escritos médicos son de hace unos 5000 años y ya se exponían en ellos las alteraciones mentales y su sintomatología.

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(Más inf. : http://jralonso.es/2014/04/09/el-cerebro-en-la-america-prehispanica/)
¿Rol terapéutico o ritual?
2. Antigua Grecia.
Demócrito aporta dos ideas fundamentales al situar el
pensamiento en el cerebro y lanzar la idea de que existe una actividad nerviosa
de comunicación. Demócrito dice que el cerebro es quien controla las funciones
superiores y también habla de actividad nerviosa. No es el primero sino el que
más énfasis pone en situarlo en el cerebro.
Hacia el año 400 A.C. Hipócrates vino a enriquecer las ideas de
Demócrito. Era un médico de la época que tenía que resolver cualquier cosa del
organismo. Observó muchos casos distintos, tenía una amplia observación clínica.
Esto le permite distinguir entre enfermedades neurológicas y mentales. Decía
que el cerebro era el lugar del intelecto y el órgano que controlaba la
conducta. Entre otras cosas, describió la epilepsia, describió lesiones del
hemisferio izquierdo con sus manifestaciones en el hemicuerpo derecho,
relacionó el pensamiento, la inteligencia y las emociones con el cerebro y
llegó a diferenciar ente enfermedad neurológica y enfermedad mental.
Platón, ya en la época de los filósofos, sitúa el intelecto en
la cabeza. Comparte la opinión de Hipócrates de ver en el cerebro la parte “más
noble” del cuerpo humano.
Para Aristóteles, hacia el 350 A.C. el cerebro sólo refrigera el
organismo. Para él, sin haber practicado observaciones sobre cadáveres, las
funciones: sensaciones, pasiones e inteligencia residen en el corazón. Esto fue
un parón para las neurociencias de siglos porque se estudiaba el corazón y no
el cerebro.
3. Imperio Romano:
Herófilo, conocido como el padre de la anatomía,
progresó en nuestro conocimiento del sistema nervioso a diseccionar cadáveres
tanto de personas como de animales. Entre otras cosas, Herófilo localizó el recorrido
de los nervios motores distinguiéndolos de los sensoriales, describió los
ventrículos cerebrales y habló de estructuras en el sistema nervioso.
Ya en el s. II D.C. Galeno, a menudo citado como el
padre de la Medicina trató heridas de gladiadores y diseccionó algunos
animales. También describió los ventrículos y los distinguió de la masa
encefálica además de aportar dibujos de la organización del cerebro. Entendió
asimismo que el cerebro era el órgano central de la percepción
Durante la Edad Media se desarrolló la doctrina de
Galeno hasta que la investigación anatómica en el hombre fue prohibida por la
doctrina cristiana.
4. Renacimiento
Aún se continuaba con el concepto de los humores. Muy importante
fue Descartes, que le otorgó una gran importancia a la glándula pineal. La
glándula pineal se comunicaría con la “mente”, la cual almacena las sensaciones
y Descartes le otorga un carácter religioso.
El cerebro se diferenció en dos tipos de sustancias: sustancia
gris y sustancia blanca.
5. S. XVII- XVIII
Se encontraron las diferencias de la sustancia blanca y la
sustancia gris. Se propuso la presencia de fibras que conectaban ambas
sustancias. Se establecen cuatro importantes premisas sobre el cerebro:
1.
A finales del s.XVIII se sabía que una lesión en el cerebro
podía provocar alteraciones en las sensaciones, los movimientos, el pensamiento
e incluso causar la muerte.
2.
Se comunica con el cuerpo por los nervios.
3.
Tiene partes diferenciables que probablemente lleven a cabo funciones
diferentes.
4.
Funciona como una máquina y sigue las leyes de la naturaleza.
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